El bajo nivel de folato en la dieta masculina está asociado con el riesgo de defectos congénitos en la descendencia

Investigaciones anteriores han demostrado que lo que comen las madres durante el embarazo afecta la salud de sus hijos. Pero ahora, un nuevo estudio sugiere que la dieta del padre antes de la concepción también podría desempeñar un papel importante en la salud de su hijo, especialmente en lo que respecta al consumo de folato. El folato, también conocido como vitamina B9 , se encuentra de forma natural en una amplia variedad de alimentos, incluidos vegetales de hojas verdes oscuras, nueces, frijoles, guisantes, frutas y jugos de frutas, productos lácteos, aves y carnes, huevos, mariscos y cereales. En 1998, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) exigió a los fabricantes que añadieran folato a los panes, harinas, cereales, harinas de maíz, pastas, arroz y muchos otros productos de granos enriquecidos, ya que estos productos se consumen ampliamente en Estados Unidos. Los investigadores, dirigidos por Sarah Kimmins de la Universidad McGill en Canadá, dicen que para que las madres puedan ayudar a prevenir abortos espontáneos y defectos de nacimiento, es bien sabido que deben consumir niveles suficientes de folato. Según la Oficina de Suplementos Dietéticos, parte de los Institutos Nacionales de Salud, las mujeres en edad fértil deben consumir 400 mcg (microgramos) de folato por día provenientes de suplementos dietéticos y/o alimentos fortificados, y esta cantidad aumenta a 600 mcg por día para las mujeres embarazadas. Pero los investigadores señalan que se ha estudiado poco si los niveles de folato de un padre juegan un papel importante en el desarrollo de su descendencia.